
El pasado 22 de noviembre, al dique seco de la atarazana hispalense llegaba la draga de succión Gigante, de la naviera española Drag-Norte, S.L. Embarcación botada en los astilleros gallegos de Freinaval en el año 2010, con 60 metros de eslora por 13 de manga, desplaza 1.132 toneladas, teniendo su cántara una capacidad máxima 1.300m3.
Según las estimaciones iniciales, permanecerá en las instalaciones sevillanas durante una semana, tiempo durante el que se le acometerán trabajos generales de reparación y pintado de la obra viva, además de supervisión de calderería, maquinaria y sistemas a bordo.

En lo que llevamos de año, por Astilleros del Guadalquivir ya han pasado cerca de una quincena de buques de todos los tipos y banderas, destacando tres dragas que operaban en el golfo de Cádiz regenerando las costas tras los temporales del invierno pasado. En julio, y como ya avanzamos en esta revista, llegó la Trud R, en tanto que en septiembre le siguió la Brage R, de la misma naviera holandesa.
A tenor de los resultados de este año, 2019 se presenta esperanzador para esta empresa de la naviera eslovena Pulchra Mare.