El pasado 4 de julio las instalaciones de Astilleros del Guadalquivir acogieron la llegada de la draga de succión Trud R.
Procedía de Larache, Marruecos. Con bandera danesa, pertenece a la naviera Rohde Nielsen Shipping A/S. Construida en 1994, tiene 74,40 m de eslora, 12,80 m de manga y 1,50 m de calado mínimo. Suele llevar en torno a 5-7 tripulantes, desplazando 1.414 de gt.
Se trata de la primera embarcación de este tipo que el dique seco de Sevilla recibe. En lo que llevamos de año, en esta infraestructura ya han varado 8 barcos, mientras que otra solo necesitó reparaciones a flote. No obstante, Astilleros del Guadalquivir, empresa perteneciente a la naviera eslovena Pulchra Mare, no solo centra su actividad en el Guadalquivir, sino que también efectúan puntuales trabajos en un amplio territorio desde el río Turia, Valencia, hasta el Guadiana, en Huelva.
Ante las boyantes cifras de 2018, en comparación con las del pasado ejercicio en las que se recibieron 6 buques, desde la propia empresa el gerente de la factoría, Juan Manuel Cuenca, cree poder llegar duplicar esta cifra a finales de año. Tampoco olvida el negocio de los desguaces, habiendo pasado ya por la rampa del varadero una plataforma flotante, una lancha de desembarco de la armada francesa y el casco a medio terminar de una pequeña embarcación.
La adquisición de la totalidad de las acciones por parte de Pulchra Mare a la antigua concesionaria del dique seco, ha desencadenado un renacer del negocio de la industria naval hispalense, que empieza a salir al exterior en busca de encargos. Antes de la compra, acaecida en marzo de 2017, la totalidad de los pedidos habían provenido del ámbito nacional.
A esta noticia, añadir que días antes de la llegada de la draga operarios de la factoría participaron en la primera sustitución del carro inferior de una de las cuatro compuertas de la esclusa del puerto de Sevilla; maniobra compleja porque cada una pesa 1.000 toneladas y mide 42 metros de largo.
Esta pieza fue construida en Metalúrgica del Guadalquivir, empresa vecina de Astilleros. Por otra parte, el equipo de 40 personas capitaneado por Juan Manuel Cuenca también recibió hace unas semanas al ferry Galaxy, de la naviera marroquí Africa Morocco Link. Se le efectuaron reparaciones menores, pues la Capitanía Marítima de Algeciras había encontrado deficiencias que debían ser corregidas previa autorización para que pudiera servir en la Operación Paso del Estrecho (2018).
El próximo reto, adelanta el gerente, será el negocio de los cruceros, en el que volverán el próximo año. Lo harán con la embarcación marítimo-fluvial La Belle de Cadix, de la naviera belga Croisi Europe. Con 103,3 me de eslora, 11,4 m de manga y 1,8 m de calado, ya pasó por las instalaciones de Astilleros del Guadalquivir en enero de 2017.
Tras poco más de una semana de trabajos, la draga abandonó el dique seco el pasado viernes 13 por la tarde.