La naviera japonesa Nippon Yusen Kaisha (NYK) ha incorporado a su flota su primer buque propulsado por GNL, el PCTC Sakura Leader.
El buque tiene una eslora de 200 m y 35,8 m de manga. Ha sido construido en el astillero Shin Kurushima de Shin Kurushima Toyohashi Shipbuilding Co. Ltd.
Se destinará al transporte de vehículos de Toyota Motor Corporation y otros fabricantes de automóviles. Tiene capacidad para transportar 7.000 vehículos en cada viaje.
Estiman que el buque sea aproximadamente un 40% más eficiente en términos energéticos que un PCTC con propulsión convencional (diesel). Esperan que reduzca las emisiones de óxidos de azufre en un 99% y los óxidos de nitrógeno en un 86%.
Sakura Leader fue seleccionado como proyecto modelo por el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo de Japón, y recibirá el apoyo de los ministerios para verificar técnicamente la reducción de emisiones de CO2 durante su explotación.
NYK tiene previsto convertir todos sus PCTC para que usen GNL como combustible en el plazo de una década, y para mediados de la década de 2030 contar con buques propulsados con hidrógeno y con amoniaco.
El Sakura Leader ha sido clasificado por Nippon Kaiji Kyokai (ClassNK) como el primer Digital Smart Ship (DSS) del mundo, una notación de clase que acredita que está equipado con la tecnología digital más avanzada.
NYK está inmerso en su plan de gestión a medio plazo para mantenerse a la vanguardia en materia de digitalización y ecología desarrollando sistemas a bordo como el SIMS (siglas en inglés de Ship Management Information System) o el LiVE. Además, NYK participa en el proyecto japonés i-Shipping.
La notación de clase DSS fue desarrollada con el objetivo de apoyar la conservación del medio ambiente, la mejora de la seguridad y el desarrollo sostenible en el mar mediante la promoción y desarrollo de nuevas tecnologías. Esta acreditación aplica el análisis de la eficiencia del consumo de energía mediante la monitorización de los motores, el procesado de estos datos a bordo y su transmisión a tierra.
El barco usará como combustible el gas natural licuado el máximo tiempo posible y demostrará la reducción de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en las operaciones reales.