Entra en vigor el contrato de construcción de un modernísimo buque arrastrero factoría para una de las compañías pesqueras neozelandesas más prestigiosas y antiguas del sector: Talley’s Limited.
Se bautizará como Voyager y su entrega está prevista durante el año 2026.
Es la construcción nº 307 del astillero, la definición y desarrollo del proyecto ha sido íntegro de la propia ingeniería de Nodosa.
Dicho diseño ha sido llevado a cabo con mucho mimo y detalle en los últimos meses en colaboración directa con el equipo técnico del armador, el cual da comienzo así al proceso de renovación y modernización de su flota pesquera.
Con una eslora de 79 metros por 15,50 m de manga, este buque será la unidad más grande de la flota de la compañía armadora.
Este buque se destinará principalmente a la pesca y procesado de diferentes tipos de especies del rico caladero de Nueva Zelanda.
Siguiendo la exigencia y filosofía del armador, así como todas las tendencias actuales en buques de pesca, el barco será un alarde eficiencia energética y sostenibilidad, respeto por el medio ambiente, seguridad y confort para la tripulación, y calidad de sus productos desde la captura hasta su venta final.
Concretando lo mencionado en el párrafo anterior, el buque dispondrá de:
- Empleo de la corriente inversa generada durante el largado, en la reducción del consumo necesario para la generación de energía y en la ayuda a la propulsión. Menor consumo significa mayor ahorro de combustible y, por tanto, menos emisiones nocivas.
- Régimen combinado en el motor principal para ahondar en el ahorro de combustible, pues trabajará en todo momento en un punto óptimo de paso y revoluciones.
- Control de emisiones de NOx, con depurador de gases y catalizador selectivo.
- Puertas semi-pelágicas que se acompañarán de redes diseñadas para reducir la resistencia y el contacto con el fondo marino durante el arrastre, siendo más selectivas en las capturas a la vez que minimizadoras del consumo de carburante y de las emisiones de gases contaminantes.
- Completo procesado de la captura, obteniéndose un producto listo para la distribución (filetes), congelado íntegramente a bordo para mantener la frescura del pescado.
- Factoría completamente automatizada para la estiba paletizada del producto final, optimizando los tiempos de almacenamiento y descarga.
- Descartes cero: todo subproducto se procesa y se convierte en harina de pescado y aceite, protegiendo no solo el medio ambiente, sino también aumentando el valor añadido de las capturas.
- Sistema de aprovechamiento del calor residual de los gases de escape y del agua de refrigeración del motor, pudiendo ser utilizado para el vapor y el agua caliente necesarios para la planta de harina de pescado, y para los servicios a bordo (calefacción, etc.), contribuyendo también así a la reducción de consumo de combustible.
- Optimización de líneas y formas en todo el casco, específicamente estudiado para su modo de trabajo y navegación, logrando con su estudiada hidrodinámica la menor resistencia en la navegabilidad y el mejor comportamiento en el mar.
- El confort de la tripulación se ha considerado cuidadosamente, superando con creces lo reglamentario para buques de pesca.
Sin duda, para NODOSA este proyecto significa un paso más en su internacionalización y consolidación como constructor mundial de buques pesqueros del más alto nivel, y cuya elección por parte del armador está basada sobre todo en la altísima calidad de los buques que construye, así como en su capacidad de personalización.
Astillero y Armador se sienten especialmente orgullosos del trabajo realizado conjuntamente, cuyo resultado final es un proyecto a la vanguardia en todas las disciplinas que se le exigen al sector hoy en día para ser considerado un buque del futuro.