Kongsberg ha recibido un pedido para llevar a cabo la renovación tecnológica de tres PSV de Mantenimiento Express Maritimo SAPI de CV (“Mexmar”), joint venture de Seacor Marine en México.
El contrato ha surgido después del contrato del pasado mes de septiembre mediante el cual se efectuó el mismo paquete de reforma en el PSV Maya de Seacor. Fue un paso importante dado por Mexmar para satisfacer la creciente demanda de la industria para reducir la huella medioambiental de las operaciones offshore.
Con este nuevo contrato, Kongsberg proveerá e instalará un nuevo sistema propulsor híbrido y un sistema de posicionamiento dinámico diseñado para mejorar la eficiencia energética a bordo de los buques de apoyo a plataformas Seacor Azteca, Seacor Warrior y Seacor Viking. Con la conversión del PSV Seacor Maya comenzando este mes de enero, y las próximas conversiones que se esperan sean completadas para julio de este año, Mexmar satisface las estrictas regulaciones medioambientales para disminuir las emisiones de CO2, NOx y SOx.
Los beneficios de la propulsión híbrida y el nuevo sistema de posicionamiento dinámico aportarán un aumento en la seguridad y la eficiencia más allá del almacenamiento energético convencional, además de permitir ahorros en los costes de operación reduciendo el consumo de combustible.
El contrato incluye el suministro y la completa integración del sistema de almacenamiento energético con un diseño personalizado del ECS (Energy Control System) y la actualización del posicionamiento dinámico existente al modelo K-Pos DP-22, y del sistema automático integrado K-Chief 700 IAS.
El K-Pos DP-22 está diseñado para integrarlo con el sistema de automatización marina K-Chief y el sistema de control de la hélice K-Thrust mediante conexión Ethernet LAN. Las unidades de interfaz son redundantes para la conexión de sensores y los sistemas de referencia de la posición.
La integración de todas las funciones para la monitorización y control de los buques aporta beneficios reales técnicos y económicos. Las funciones están integradas para reducir la necesidad de funciones de hardware y software y para reducir los requerimientos de la interfaz. Esto conlleva a una menor demanda para software, cableado y análisis especiales. Además los sistemas integrados ofrecen mayor grado de redundancia y por tanto un incremento en el rendimiento y operatividad del sistema.