En los próximos meses, un avión no tripulado comprobará las emisiones de los buques en aguas danesas para comprobar si cumplen con el límite de azufre.
El dron ha sido proporcionado por la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) y su objetivo es la prevención de la contaminación ambiental, estando equipado con un “sniffer” para medir las emisiones situándose en la columna de gases de escape de los buques. Las autoridades danesas tienen acceso inmediato a los datos registrados para su seguimiento e informe en la herramienta THETIS-EU, en caso de que el buque no cumpla con los requisitos legales de las ECAs.
En Dinamarca, la Agencia Danesa de Protección Ambiental es la responsable de hacer cumplir las reglas sobre emisiones de azufre, y la Autoridad Marítima danesa apoya este trabajo a través de inspecciones a buques y ahora con el monitoreo de drones.
Este avión no tripulado operará en la zona norte del Great Belt, desde donde muchos petroleros van y vienen del mar Báltico. El pasado jueves 11 de abril, este dron realizó su primera misión.
El Skeldar V-200 está equipado con dos “sniffers” (suministrados por Explicit), cámaras (tanto para luz solar como infrarrojas) y un receptor AIS.
Está bajo contrato con EMSA de un consorcio formado por Nordic Unmanned AS, UMS Skeldar Sweden AB y NORCE Northern Research Institute AS.
¿Qué diferencia hay entre un RPAS, un UAV y un drone? La diferencia estriba en su uso. El UAV es militar, y para aeronaves civiles el término más adecuado es el de RPAS (Remotely Piloted Aircraft Systems). No todos los RPAS están dentro de la denominación de vehículo no tripulado (UAV), pero los UAV no siempre son RPAS puesto que no todos los dones son controlados por un piloto humano (pueden realizar tareas automatizadas controladas por un ordenador).