Repsol presentaba a mediados de diciembre al ministro noruego de petróleo y energía la revisión del plan de desarrollo y operación (PDO) del yacimiento Yme.
La revisión del PDO se basa en la reutilización de las instalaciones existentes y aumentarlas y fuese necesario, una nueva cabeza de perforación en el módulo existente y el fletamento de unidades móviles de perforación y producción.
Los tanques de almacenamiento, los conductos, y otros sistemas serán reutilizados y podrían perforar nuevos pozos.
Repsol actúa como operador y en representación de los socios en la Licencia de Producción 316 / 316B en la Plataforma Continental Noruega. El consorcio de desarrollo está formado por Repsol (55%). Lotos Exploration and Production Norge AS (20%), OKEA AS (15%) y KUFPEC Norway AS (10%).
En conjunto, la inversión total en el proyecto de reactivación de Yme está cuantificada en 8.000 millones de coronas suecas (aproximadamente 800 M€), y los proveedores noruegos representarán el 70% del total.
Calculan que las reservas recuperables ascienden a los 65 millones de barriles en diez años de producción. La producción se pondrá en marcha para el primer semestre de 2020 dando empleo a 12.000 personas durante la fase de desarrollo y en la fase operativa a 1.000, aproximadamente.
Yme, que fue descubierto en 1987, es un yacimiento heredado por Repsol de la canadiense Talisman Energy, que la petrolera española adquirió en 2015.
El proyecto se encontraba parado después de haber estado en producción desde 1996 hasta 2001. A principios de esta década se intentó retomar la producción en el proyecto, aunque sin éxito.