Los miembros del Parlamento Europeo han respaldado las renovables con un voto multitudinario a favor del objetivo del 35% de energías limpias para el 2030.
El pasado mes de diciembre los ministros de Energía de la UE optaron por respaldar la propuesta original de la Comisión de sólo un 27% de renovables para 2030. Ahora era el turno del Parlamento Europeo para votar en la Directiva de la UE sobre energías renovables y en la Normativa de Gobierno, que determinarían cuan ambicioso tiene que ser el objetivo de las energías renovables tras el 2020 y la trayectoria a seguir hasta llegar a ese punto.
La competitividad de la industria eólica de Europa realmente depende del resultado de estas votaciones. El pasado año el sector eólico contribuyó en el PIB de la UE en 36.000 M€, aportando 263.000 empleos y generando 8.000 M€ en exportaciones fuera de Europa. Pero la industria eólica corre el riesgo de la creciente competencia internacional y el declive de la ambición en política de renovables en Europa. El crecimiento del empleo en el sector se ha estancado en los últimos cinco años debido a que muchos países se han vuelto menos ambiciosos en la industria de renovables.
Un mercado interno fuerte es vital para las nuevas inversiones en eólica para sostener los beneficios económicos que aporta el sector y asegurar la posición de Europa como fabricante. Por lo tanto era vital que el Parlamento Europeo adoptara el objetivo del 35%. El coste de quedarse estancado en la propuesta inicial de la Comisión del 27% se traduciría en una pérdida de 92.000 M€ en inversiones y de 132.000 de empleos no creados.
Por tanto, el pasado 17 de enero los miembros del Parlamento dieron un voto masivo a favor de las renovables en Europa reclamando un objetivo energético del 35% para el 2030 en vez del 27% propuesto en 2016 por la Comisión Europea. Según el CEO de WindEurope, Giles Dickson, el 35% tiene mucho más sentido económicamente. Con un objetivo más bajo, no sólo perdería la industria eólica, sino que también podrían perder otros sectores: cada 1.000 € de inversión en eólica se crean 250 € para la cadena de suministro, que incluye la industria siderúrgica, química, y de la construcción. Dinamarca y Portugal hicieron un llamamiento para un objetivo más alto.
El Parlamento también votó para que los Estados Miembros presentaran sus planes de acción climática y energética nacionales para el 1 de junio de 2019 que muestren su colaboración en el objetivo colectivo europeo.