Ya se ha puesto en marcha oficialmente un nuevo banco de pruebas para buques autónomos, en el fiordo de Horten, Noruega. Este área de pruebas ayudará al crecimiento del desarrollo de nuevas soluciones para las operaciones marítimas autónomas. Este nuevo área está abierto a todas las empresas internacionales, ofreciendo un espacio diseñado para ensayar nuevas tecnologías y buques de forma segura y sin congestión de tráfico.
Está especialmente diseñado para ensayos de buques autónomos por la Administración Marítima Noruega y la Administración Costera Noruega. Kongsberg ha trabajado muy de cerca con DNV GL, FFI (Norwegian Defence Research Establishment) y la USN (University College of South East Norway) para crear este entorno de pruebas, situado junto a las instalaciones de Kongsberg Maritime en Horten.
Este banco de pruebas es el tercero de su clase en el país y el cuarto aprobado en el mundo. La apertura del primer banco de pruebas del mundo para buques autónomos se dió en septiembre de 2016, ubicado en el fiordo de Trondheim.
Estas áreas de ensayos en Trondheim y Horten son importantes recursos para el desarrollo tecnológico de Kongsberg, como el proyecto Yara Birkeland, el portacontenedores autónomo de 120 teu totalmente eléctrico, o el proyecto Hrönn, buque de apoyo offshore, para la industria del oil&gas, pesca, y el sector científico e hidrográfico. Estos y otros proyectos son los que van a transformar muchos de los aspectos de las operaciones de transporte marítimo y offshore, aumentando la seguridad, la calidad medioambiental, la rentabilidad del transporte y de la actividad en la mar.
El uso del fiordo para ensayar buques autónomos de Kongsberg este año ha sido vital para recibir el estatus oficial de banco de pruebas. El pasado mes de agosto Kongsberg y FFI probaron la detección de obstáculos autónomo mediante el USV ODIN (vehículo de superfície de control remoto), equipado con el sistema de control de vehículos autónomos K-MATE.
La tecnología para el control de los buques autónomos K-MATE se ha ensayado para la competición XPRIZE (Shell Ocean Discovery).
Los equipos que participan en esta competición pueden ganar 7 millones de dólares creando soluciones para el progreso de la autonomía, escala, velocidad, profundidades y resoluciones de la exploración oceánica. Esto permitirá explorar y trazar el mapa del fondo marino. Apoyado por la experiencia y la tecnología de Kongsberg, el equipo de alumnos GEBCO-NF, uno de los 19 semifinalistas que compiten, han completado los ensayos en este banco de pruebas. Se trata de un concepto de buque USV/ AUV (buque de superficie no tripulado/buque submarino autónomo), asociado a la combinación de hardware de comunicaciones y software para procesar y transmitira datos remotamente. Los ensayos se llevaron a cabo el pasado mes de noviembre.
El equipo utiliza el buque de superficie no tripulado SEA-KIT, USV Maxlimer. El buque Sea-Kit ha sido construido por Hushcraft en Reino Unido.
La navegación autónoma del AUV registrando las capacidades del USV se ha llevado a cabo gracias al desarrollo junto con el software y el equipo de control autónomo de Kongsberg, K–MATE, que también ha sido usado para las pruebas del Yara.