El pasado mes el Parlamento Europeo votó las reformas para el mercado eléctrico en Europa con el objetivo de adaptarlas a las renovables. Esto forma parte del paquete de medidas energéticas Clean Energy Package de la UE. El voto del Parlamento no es el acuerdo final, ya que aún tienen que acordar los detalles con los Estados Miembros de la UE.
El Parlamento y los Estados Miembros ya han aceptado ciertas cosas y deben convenir aún en otras. Los principales puntos son:
Las reglas en el mercado eléctrico serán armonizadas de manera que se permita que la fecha de la venta de energía renovable sea cercana a la fecha en la que fue generada. Esto ayudaría a reducir los errores de predicción y costes de balance de la red eléctrica (balance de generación y demanda eléctrica de la red para que la frecuencia permanezca estable). Habrá más comercio fronterizo también, permitiendo la fluencia de electricidad desde donde es abundante hasta los centros de gran consumo.
El suministro prioritario permanecerá en el sitio para todos los parques existentes. Para los nuevos a partir de 2020, el suministro prioritario será cesado progresivamente y reemplazado por nueva normativa sobre cómo se restringirá la energía cuando haya congestión. Las renovables estarán menos restringidas y compensadas por la pérdida de ingresos.
La regulación de la red (balance de la red) será obligatorio tanto para instalaciones nuevas como existentes. Las renovables ya no estarán exentas de operadores de sistemas de transmisión para compensar posibles desviaciones de la generación estimada. Es una obligación universal para cualquiera que produzca o compre electricidad. Pero esto puede implicar mayores costes para pequeños parques eólicos que necesitarían delegarlo a terceras partes. No existe aún garantía de que el precio para esto vaya a ser el justo. Es una prioridad corregir este asunto en las próximas negociaciones.
En cuanto a los mecanismos de capacidad para asegurar la seguridad de suministro de electricidad, todavía existe un desacuerdo entre el Parlamento y los Estados Miembros. El Parlamento opta por usarlo como último recurso y solamente si una revisión a escala europea identificase un riesgo significativo para la seguridad del suministro en el país.
El Consejo se decanta por evaluaciones nacionales de seguridad del suministro, que tiene en cuenta el comercio energético entre los Estados Miembros.
El Parlamento y Consejo tampoco coinciden sobre el momento de aplicar los pagos por capacidad relacionados con los límites de emisiones de CO2. El Parlamento quiere eliminar estos pagos para nuevas centrales eléctricas de carbón inmediatamente, y eliminarlas para las que existan en 2025. El Consejo sin embargo quiere hacerlo más adelante: 2025 para nuevas centrales y 2030 para las existentes.
Se espera que el Parlamento y los Estados Miembros finalicen las negociaciones en estos cuatro puntos de cara al verano. Estas normativas deberían asegurar la justa competencia con las fuentes energéticas convencionales, y necesitamos evolucionar hacia un sistema eléctrico que sea más flexible e interdependiente.
Fuente: WindEurope