El consejo de la Unión Europea coincide en que la normativa respecto a las emisiones de CO2, producidas por los buques comunitarios, debe ser revisada y actualizada, con el fin de llegar a una reducción significativa en la emisión de gases de efecto invernadero.
La UE está realizando numerosos esfuerzos para reducir la burocracia correspondiente a los navieros mientras mantiene los altos estándares de monitorización de las emisiones de CO2, procedentes del transporte marítimo.
Los embajadores de los estados miembros de la UE coinciden en la proposición que actualiza la normativa existente y la contextualiza con el sistema global de toma de datos sobre consumo de fuel oil de los buques perteneciente a la OMI.
A partir de 2019, los navieros estarán obligados a monitorizar e informar mediante dos sistemas, el primero, conocido como MRV regulation (monitoring, reporting, verification) y el segundo llamado DCS (data collection system). El consejo coincide en que aunando estos datos, se cree que se reducirá significativamente la carga administrativa para las compañías de transporte marítimo, así como para las autoridades nacionales.
Sin embargo, el Consejo cree que el monitoreo e informe de la carga transportada debe seguir siendo obligatoria. Esta información contribuirá a mejorar el entendimiento de la eficiencia de los buques.
La Comisión, en cambio, había propuesto convertir el informe sobre la carga en algo voluntario.
El Consejo añadió además una cláusula la cual pedía la revisión del funcionamiento del reglamento.
El acuerdo alcanzado entre los embajadores de los estados miembros de la UE en la reunión tenida con el Comité de Representantes Permanentes implicó que el consejo está preparado para comenzar las negociaciones con el Parlamento Europeo.
Antecedentes
El transporte marítimo global es uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero, los cuales son causantes del cambio climático, debido en gran medida a las ingentes cantidades de combustible que se queman para llevar a cabo esta empresa.
Está estimado que aproximadamente el 3% del total de los gases de efecto invernadero emitidos en el mundo proviene de este sector.
En la Unión Europea, las emisiones de CO2 crecieron en torno al 48% entre 1998 y 2008.
En 2015, el transporte marítimo causó el 13% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el sector de transportes en la UE. Ese mismo año el Consejo y el Parlamento Europeo adoptaron la llamada MRV regulation, la cual por primera vez establecía unas normas para el control de las emisiones, dando un informe de dichas emisiones procedente del sector marítimo. Las compañías de transporte debían generar un reporte con sus emisiones de CO2 correspondientes, conjuntamente con otros datos relevantes, procedentes de los viajes hacia y desde los puertos pertenecientes a la Zona Económica Europea, incluyendo las emisiones generadas, también dentro de puerto.
Cabe destacar que esta normativa solo involucra, únicamente a buques con más de 5000 gt.
Este proceso de monitoreo del consumo de combustible, emisiones de CO2, y eficiencia energética comenzó en 2018, y las empresas implicadas tuvieron que enviar sus primeros informes en 2019.
A nivel global, la IMO, creó este marco de referencia para un sistema de recogida de datos global, anteriormente citado (DCS), para el consumo de combustible en 2016.
El principal objetivo de esta propuesta es, por lo tanto, enmendar la regulación MRV, antes citada, para tener una visión apropiada de la nueva IMO DCS, buscando permitir una racionalización y reducción del esfuerzo administrativo para compañías y administraciones, preservando los objetivos de la MRV.