Las «firefly» con visión infrarroja transformarán las inspecciones de aerogeneradores y aviones
La tecnología de los drones, combinada con la termografía activa, ofrece una inspección más rápida y económica de las palas de los aerogeneradores y las alas de los aviones.
Dos empresas con sede en Cambridge, Innvotek y Mapair, han probado con éxito un sistema de drones que utiliza tecnologías de infrarrojos e inteligencia artificial para inspeccionar estructuras de materiales compuestos, como turbinas eólicas y alas de aviones, en busca de defectos.
Firefly Inspect utiliza una lámpara de calor de 1.000 W para comprobar si hay defectos. Esta es la primera vez que se instala una fuente de calor tan potente en un dron.
No obstante, originalmente se trató de un concepto para inspeccionar las alas de los aviones en los hangares. Gracias a la colaboración con Offshore Renewable Energy (ORE) Catapult, la tecnología se ha adaptado para también proceder a la inspección de turbinas eólicas tanto en tierra como en alta mar.
Durante las pruebas realizadas en el Centro Nacional de Energías Renovables de ORE Catapult en Blyth, los drones demostraron su capacidad para planear de forma autónoma y maniobrar cerca de las palas de las turbinas eólicas.
Detectan imperfecciones con la variación de temperatura
El módulo de termografía activa permitie captar las variaciones de temperatura de la superficie cuando se calienta, revelando así imperfecciones ocultas que no son visibles a simple vista.
Las alas de los aviones y los álabes de las turbinas suelen estar fabricados con materiales compuestos ligeros que ofrecen una resistencia, una rigidez y una flexibilidad excepcionales.
No obstante, la exposición a condiciones extremas puede erosionar o provocar picaduras en estas superficies con el paso del tiempo. Por esa razón, es necesario realizar inspecciones periódicas para evitar que los pequeños defectos se conviertan en fallos críticos.
Los métodos manuales, con los que los técnicos examinan las estructuras en busca de defectos visibles, son el status quo en ambas industrias. Sin embargo, la robótica puede ofrecer una forma de inspección más rápida, precisa y segura.
A través de Firefly Inspect se pueden detectar defectos estructurales ocultos y localizarlos, lo que ayudará a la toma de decisiones y a prolongar la vida útil de los materiales compuestos.
Otra innovación es el uso de la tecnología de captura de movimiento OptiTrack para la navegación, esta evita la dependencia del GPS, que puede estar sujeto a interferencias de la señal en el mar.
Esto también permite realizar inspecciones en interiores en aquellos sitios donde no funciona el GPS.
El desarrollo de la tecnología fue financiado conjuntamente por Innovate UK y el Consejo Nacional de Investigación de Canadá, con el apoyo adicional de la Universidad de Cranfield, la Universidad Laval y la empresa canadiense BI Expertise.
El presente proyecto ha sido galardonado con la etiqueta EUREKA por sus destacados logros en I+D.
Según Innvotek, el uso de drones puede ayudar a disminuir los costes a la vez que aumenta la seguridad de los activos en estos sectores.
Según Mapair, el uso de drones para la inspección de activos se está normalizando. Sin embargo, se requieren nuevas técnicas de inspección que ayuden a garantizar unos costes operativos bajos, al tiempo que se recopila mayor cantidad de información.