CETMAR cierra el proyecto silencio con avances en el estudio de ruido y de la viabilidad de los motores eléctricos para la flota de bajura
El objetivo principal del proyecto silencio es establecer las bases para el desarrollo de una actividad pesquera y marisquera más sostenible y con menor impacto acústico.
Se trata de una iniciativa en la que el Centro Tecnológico del Mar-Fundación CETMAR ha estado trabajando a lo largo de 2021.
El ruido marino se puede monitorizar, en concreto en la zona de las Rías Baixas debido a un hidrófono instalado en la batea de la red de Observación Océano-Meteorológica en la isla de la Cortegana.
Los estudios se han llevado a cabo a través de los técnicos de la Unidad de Tecnologías Marinas de CETMAR y el grupo de Tecnología Multimedia de la Universidade de Vigo.
En cuanto a las fuentes de origen natural, la más importante es el ruido emitido por los cetáceos marinos.
Por otro lado, la principal fuente de origen antropogénico es la producida por los motores de las embarcaciones, tanto por las que faenan en la zona de marisqueo, como las que entran y salen al puerto.
Es más, a parte de la identificación del ruido marino, el proyecto Silencio ha posibilitado el desarrollo de una herramienta que permite escuchar esos sonidos prácticamente en tiempo real.
De hecho, el acceso a dicha herramienta es libre: utmar.cetmar.org/silencio (usuario: silencio; password: silencio).
A día de hoy, hay una continua mejora en el diseño de la instalación y configuración del equipo utilizado para monitorizar el ruido marino, mejorando así la calidad de los datos registrados.
El resultado se compartió y transfirió a los observatorios geográficos españoles.
El algoritmo utilizado para la identificación de sonidos se desarrolló por el grupo de Tecnología Multimedia de la Universidade de Vigo y ha sido testado ya con el hidrófono del Observatorio OBSEA en Cataluña.
A pesar de todo lo anterior, este proyecto incluye la realización de un estudio sobre la viabilidad de la propulsión eléctrica en la flota de bajura, lo que permitiría no sólo reducir el ruido submarino, sino también la huella de carbono.
Este estudio concluye que el cambio a un motor eléctrico es más viable para aquellas actividades pesqueras que utilizan las embarcaciones para desplazarse a un único punto y regresar tras la faena, como es el caso del marisqueo a flote o la navaja, ya que la potencia y la autonomía que alcanzan los motores implementados, por el momento, es limitada.
Destacar que este cambio conlleva una reducción del ruido marino y por supuesto de la huella de carbono de la actividad.
El proyecto se ha realizado con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar y cofinanciado por el FEMP.
Por otro lado, los técnicos de Silencio presentaron el proyecto en foros científicos de relevancia como MARTECH y Observing Ocean Sound y organizaron dos jornadas sobre esta temática.
Una en colaboración con la Plataforma PROTECMA y otra en el marco del Bussines2Sea, en ellas se avanzaron los resultados del proyecto. Disponibles en la web del programa Pleamar.
El trabajo desarrollado a lo largo del proyecto, que CETMAR espera poder continuar en el futuro, está disponible en el siguiente enlace.