Un equipo de investigación dirigido por Joshua Stewart, del Instituto Oceanográfico Scripps (Universidad de San Diego, California) identifica un criadero de mantarrayas en el Golfo de México.
Ubicado en el Golfo de México, frente a las costas de Texas, concretamente en el Santuario Marino Nacional Flower Garden Banks, de la NOAA, es el primero de su tipo en ser descubierto.
Joshua Stewart, biólogo marino preparando el doctorado y autor del estudio, observó a las manta juveniles mientras llevaba a cabo su investigación sobre la estructura poblacional de las mantas en Flower Garden Banks, una de las quince áreas federales submarinas designadas como santuarios marinos nacionales de EE.UU.
“La etapa juvenil en el ciclo de vida de las mantas oceánicas apenas se ha estudiado debido que no se ha podido observar”, comenta Stewart, quien además es el director ejecutivo de Manta Trust, un programa a nivel mundial de conservación de la manta. “Identificar este área como un vivero resalta su importancia para la conservación de esta especie, además de dar la oportunidad de observarlos y aprender. Este descubrimiento es un gran avance en la comprensión de las especies y la importancia de diferentes hábitats a lo largo de sus vidas”.
Conocidas como los gigantes amables del mar, las mantarrayas oceánicas (Mobula birostris), se alimentan de plancton y alcanzan hasta los 7 m de envergadura cuando son adultos. Por lo general se encuentran en aguas subtropicales y tropicales de todo el planeta lejos de las zonas costeras, lo que hace que sea difícil su observación. Por esta razón, hay tantas lagunas en el conocimiento de su biología básica, ecología y su vida.
La pesca es la principal amenaza de las mantas, por sus branquias. Al año en China la venta de estas branquias con fines medicinales se estima que está en 11 M$. También son presa fáciles al quedar atrapadas en la redes de pesca.