ASTILLEROS: Grandes crisis-grandes oportunidades
En cuarenta años de profesión en la Construcción Naval nunca había visto tal profusión de apoyos unánimes y solidarios con el sector de astilleros en España.
Manifestaciones del Presidente de Gobierno,reuniones del Ministro de Industria con presidentes de Comunidades Autónomas y altos representantes del sector,sindicatos,políticos y dirigentes de los gobiernos autonómicos,alcaldes,abogados y profesionales varios y diversos…
Y como más que una “guinda”,el apoyo pleno del Congreso de los Diputados (que representa a todo el pueblo español) y de todos sus grupos parlamentarios al “naval”,como nos vienen conociendo. Naval y astilleros.
Todo ello ha introducido una cierta inquietud en diferentes ámbitos de la Comisión europea por una decisión que afecta a unas 100.000 familias (según datos de Innovamar en base las tablas INE) repartidas por todo el país y que a todas luces resultaría completamente injusta,y de lo que parece pudiera tomarse una posición en estas dos próximas semanas.
Como representante de los Ingenieros Navales y Oceánicos españoles que vivimos de una forma importante en y de este sector no pedimos ni esperamos “ventajas” sobre nuestros competidores pero sí reclamamos e incluso exigimos jugar con similares reglas de juego. Sin trampas ni subterfugios,ni nuestros ni de otros países europeos ni del lejano oriente.
Que se resuelva políticamente con esa reciente unanimidad conseguida en España lo que sea necesario y que posibilite recuperar la actividad industrial y empresarial en los astilleros cuanto antes. Esto sí que tendría un gran,eficaz e inmediato impacto en el empleo (el sector de la construcción naval tiene un efecto multiplicador del 2,53).
Como veníamos a decir antes no queremos ni pedimos MÁS pero no nos contentaremos con MENOS de lo que tienen nuestros competidores. Y cuando nos referimos a nuestros competidores no sólo lo hacemos respecto a los europeos sino al lejano oriente,que ha venido ayudando y dando soporte a sus astilleros de forma “inteligente”,a menudo opaca,y desde luego tenaz a lo largo de muchos años y que les ha resultado muy eficaz.
Más de quinientos astilleros e industrias de equipos con alrededor de un millón de puestos de trabajo se han cerrado en Europa en estos treinta años y esa capacidad se ha trasladado a los países del lejano oriente.
Los salarios en aquellos países ya no son lo que eran y están en niveles europeos e incluso superiores y aunque las horas de trabajo al año sigan siendo superiores a los estándares europeos poco a poco en esos países se irán igualando condiciones,pero mientras tanto se habrán adueñado de los mercados y no sólo del de la construcción naval.
El mundo y el comercio se sigue y se seguirá moviendo durante décadas por el mar a través de los barcos. Nuestro sector es de carácter estratégico tanto para los buques militares como para los buques mercantes o civiles. El 90% del comercio mundial se hace por vía marítima y en nuestro caso español además tenemos un elevado déficit de balanza de fletes.
Es un hecho y lo muestran las cifras que Estados Unidos de América ha más que duplicado su actividad de construcción naval en estos últimos años. Y además lo hace con un proteccionismo a ultranza prohibiendo mediante el llamado Acta Jones el construir barcos fuera de su país cuando son con destino al tráfico “interior” que incluye el del petróleo de Alaska,Hawai y Caribe,en una clara política de posicionamiento industrial y de estrategia de seguridad.
La Unión Europea se ha demostrado incapaz e inoperante a la hora de defender a la industria en general y a la de construcción naval en particular. Lo mismo ha ocurrido con la OMC (Organización Mundial de Comercio) y la OCDE en donde han varado todos los intentos para poner coto a las prácticas desleales de los países del lejano oriente.
¡Política industrial¡ señores políticos y gobernantes españoles y europeos. A medio y largo plazo. Porque ya hay expertos que vaticinan que si la cosa sigue como hasta ahora,en treinta años no harán falta guerras para “dominar” el mundo. Simplemente dos o tres países del lejano oriente tendrán una posición dominante en la construcción de buques pudiendo dominar también para quien construye,y por tanto controlar el comercio marítimo y el reparto de riqueza.
Aprovechemos la OPORTUNIDAD que nos puede deparar esta gran CRISIS para rediseñar el sector y hacernos más fuertes,racionales,competitivos y con y por todo ello,SOSTENIBLES.
Con similares reglas de juego para todos.
Para el caso español proponemos y nos parece imprescindible una política industrial a medio y largo plazo coordinada y liderada a nivel gubernamental,promoviendo sinergias para el sector de astilleros,públicos y privados,industria principal,auxiliar y subcontratista,actividades y promoción comercial,tecnológica (I+D+i) y técnica,compras y aprovisionamientos,cambiando el modelo de gestión industrial e incluso empresarial con sinergias geográficas nacionales y regionales.
Rediseñando los organismos sectoriales y patronales de forma racional con liderazgo y unidad.
Impulsando el Clúster Marítimo nacional y los regionales como vienen haciendo de forma enormemente eficaz nuestros competidores más establecidos y reconocidos.
Rediseñando las necesidades de Formación para el nuevo modelo industrial y empresarial a todos los niveles profesionales e incluso gerenciales.
Hay quienes muestran dudas de que se hayan hecho los “deberes” bien o que se pudieran haber hecho de otra manera,pero es momento de mostrar UNIDAD.
Todo este asunto ha producido daños por paralización durante dos años,lo que en si mismo ha sido un tratamiento discriminatorio y demencial en un país que no debe perder empleo ni tecnología. Un «castigo» adicional sería inexplicable y suicida desde todos los puntos de vista: industrial,político y social.
Podemos tener un futuro,incluso brillante,si resolvemos el Tax Lease,porque además de los barcos sofisticados que estos años nos han escatimado (¿birlado?) otros países europeos en virtud de la denuncia a España,tenemos la demanda imparable y sostenida de las energías marinas,especialmente eólicas offshore,buques pesqueros para sociedades mixtas con terceros países,y los famosos y actuales buques gaseros (sector de alta tecnología y de demanda global creciente).
Todo lo anterior puede aportar carga de trabajo para el País Vasco,Cantabria,Asturias,Galicia,Andalucía (Bahía de Cádiz) e incluso Cartagena.
Los astilleros en España tienen ganada una reconocida y muy alta reputación y prestigio conseguido durante muchos años en la construcción de todo tipo de barcos incluidos los más sofisticados.
La industria de construcción naval tiene ya un nivel tecnológico y de arrastre que si desaparece no puede ser sustituida por otra ni siquiera a medio plazo.
Resuelvan el poder disponer de un “sistema”,como tienen nuestros competidores europeos,operativo y confiable,y déjennos trabajar en paz y construir país,que falta hace!
Luis Vilches Collado
Decano-Presidente de los Ingenieros Navales y Oceánicos de España
Más información y datos sobre la construcción naval y el tax lease.
