María Castro Ruiz, estudiante en la Universidad Politécnica de Madrid y asociada de la AINE, dio a conocer su proyecto fin de máster apodado «Galatea II», en la conferencia online de buques históricos 2020 de la “Royal Institution of Naval Architects” de Londres.
Este buque escuela realizado como Trabajo Fin de Máster por María Castro Ruiz cuenta con el apoyo semi-tutorizado de Navantia, empresa en la que trabaja. Formará parte de los proyectos recogidos por RODA Tall Ships España junto con otros proyectos navales relacionados con la vela de formación, como el buque escuela de la Fundación Villas del Cantábrico, en cuyo diseño participó Luis Lastra, integrante y co-fundador de la start-up . RODA es un espacio digital presente en diferentes redes sociales destinado a descubrir el mundo de los grandes veleros clásicos de la mano de las noticias del sector, oportunidades de embarques y eventos disponibles en la costa española.
GALATEA II: RENACIMIENTO DE UN CLÁSICO
El buque que está diseñando María Castro pretende ser un ejemplo de un buque escuela moderno que pueda cubrir las necesidades de un velero de estas características, por lo que su diseño atiende a las regulaciones y normativas de la Armada Española para buques de nueva construcción.
Ha sido apodado «Galatea II» como homenaje al barco escocés Glenlee, que operó como buque escuela en España entre 1922 y 1982 y que fue renombrado Galatea, siendo el predecesor del Juan Sebastián Elcano. El Galatea fue rescatado del desguace por una fundación escocesa, la cual mantiene actualmente al barco como buque museo a la orillas del río Clyde, cerca de Glasgow, y pertenece a la flota de honor británica.
El Glenlee era un antiguo buque mercante, por lo que su casco tenía formas en redondas para poder almacenar la mayor cantidad de carga posible. Sin embargo, para este nuevo buque escuela se han optimizado sus formas para hacer de este velero un clipper, como puede ser el buque escuela alemán Gorch Fock o bien el famoso Cutty Sark. El objetivo es diseñar un barco más versátil y rápido en el mar. Los clipper también eran buques mercantes por aquel entonces y se diseñaron para almacenar carga, pero también para cubrir distancias más rápido, por lo que sus cascos tenían unas formas más afinadas.
El Galatea II cuenta con sus mismas dimensiones (11 metros manga y 74 de eslora) y aparejo que el original.
La propia Fundación propietaria del Glenlee se hizo eco de la noticia de este proyecto y está apoyando a María facilitando planos y material original del buque. El diario «The Scotsman» publicó el pasado mes de diciembre un artículo sobre el nuevo buque escuela basado en el buque insignia de la ciudad.
No es común encontrar proyectos fin de grado o máster de estas características, ya que suelen ser buques poco comunes y complejos de proyectos debido a la normativa vigente. Sin embargo, la alumna no ha dudado en dedicar su proyecto a los grandes veleros clásicos. Su inspiraci
En 2017, María embarcó en la réplica de la Nao Victoria, un buque escuela perteneciente a la flota de la Fundación Nao Victoria, de Sevilla. Embarcó en el puerto de Plymouth y durante algo más de un mes cruzó el Canal de la Mancha hasta Francia y recorrió la costa de Normandía y Bretaña. Allí convivió con otros veleros de altura en diferentes festivales marítimos, donde alimentó su pasión por este tipo de buques. Tras cruzar el Golfo de Vizcaya y, tras un gran temporal, desembarcó en Bilbao, donde la Nao Victoria atracó varios días para reparar las averías causadas durante la travesía.
En Enero de 2018 fue voluntaria en el astillero de carpintería de Ribera de Albaola, en Pasajes. Allí colaboró en la construcción del ballenero San Juan y en la dio apoyo a la elaboración de planos digitales.