
Investigadores de la Universidad de Houston están desarrollando un robot autónomo para las inspecciones submarinas de oleoductos y gasoductos.
El empleo de robots, hará que el proceso de inspección sea mucho más seguro.
En aguas estadounidenses, se producen al año miles de derrames de petróleo por diversas razones. Si bien, la mayoría son pequeños, el daño que causa en playas, manglares y humedales es considerable.
Según la Oficina de Gestión de Energía Eólica (BOEM), desde 1964 hasta 2015, se registraron un total de 514 derrames de petróleo relacionados con oleoductos marinos, 20 de los cuales el volumen del derrame superaba los 1.000 barriles.
Aquí os dejamos otro estudio de 2018: US Outer Continental Shelf Oil Spill Statistics (BOEM)
En él podemos ver que los fallos en oleoductos y gasoductos se deben a varias razones, entre ellas: mal funcionamiento de equipos, corrosión, causas naturales, accidentes con embarcaciones, etc.
Las inspecciones periódicas de las infraestructuras submarinas, es clave para prevenir esos desastres.
Sin embargo, las técnicas de inspección actuales requieren de personal cualificado, tiempo y son costosas. A medida que la profundidad aumenta, la complejidad es mayor.
SmartTouch
Dichos investigadores han desarrollado vehículos operados remotamente (ROV) equipados con múltiples sensores táctiles inteligentes, cámaras de vídeo y escáneres con los que inspeccionarán tuberías, pernos, uniones, etc. cumpliendo con los requisitos de la Oficina de Control de las Normas de Seguridad y Medio Ambiente (BSEE).
Y precisamente, la BSEE, ha subvencionado esta investigación con más de 950.000 dólares. Y el Instituto de Sistemas Subacuáticos de la Universidad financió los estudios preliminares.
Ya se han llevado pruebas reales con el prototipo tanto en laboratorio con en aguas de la bahía de Galveston.
Además, están implicados en este proyecto, la compañía Oceaneering Internacional, líder industrial en el desarrollo de ROVs, pruebas e inspecciones no destructivas, servicios de topografía y cartografía, etc., y la petrolera Chevron, que se encargará de evaluar la futura comercialización de esta tecnología.