La primera expedición para cartografiar paisajes arqueológicos submarinos que se realiza en el mar Negro está haciendo increíbles descubrimientos.
Un equipo de investigadores internacional, en el cual participa el Centro de Arqueología Marítima de la Universidad de Southampton y fundado por la organización benéfica para la investigación marina EEF (Expedition and Education Foundation) está inspeccionando las aguas búlgaras del mar Negro, donde hace miles de años grandes áreas de tierra estaban inundadas tras subir el nivel del agua.
El principal objetivo de la investigación geofísica es detectar antiguas superficies enterradas bajo el actual fondo marino, recoger muestras, clasificarlas y datarlas, y crear una reconstrucción paleoambiental del mar Negro prehistórico.
A bordo del buque Stril Explorer, equipado con los sistemas de mediciones submarinas más avanzado del mundo, el equipo de investigación está analizando el fondo marino mediante dos ROV. Uno de ellos está optimizado para fotogrametría en 3D de alta resolución y vídeo. El otro es un vehículo revolucionario desarrollado por las compañías de investigación MMT y Reach Subsea. El ROV Surveyor Interceptor avanza a una velocidad cuatro veces mayor que un robot convencional y lleva a bordo una gama entera de instrumentación geofísica, cámaras de alta definición y escáner láser. A lo largo del proyecto se han establecido nuevos récords tanto en profundidad (1.800 m), velocidad sostenida (más de 6 nudos), como distancia cubierta de 1.250 km.