El dron de la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA) ha vuelto a la zona del Estrecho de Gibraltar para realizar varios tipos de misiones. En colaboración con el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) se ha lanzado una segunda campaña para vigilar la zona.
Uno de los primeros proyectos es para mejorar el control de emisiones contaminantes. Concretamente, las emisiones de azufre y nitrógeno de los buques que pasan por la zona. Se llevó a cabo un proyecto similar con capacidades especiales de rastreo de la aeronave para monitorear las emisiones.
Los datos de contaminantes recopilados respaldan activamente el control del cumplimiento de las reglamentaciones existentes. Gracias a esto ayudar a reducir los efectos nocivos sobre la salud humana y el medio ambiente. La Marina Mercante es quien comprobará el cumplimiento de las normas contaminantes de los buques que pasan.
Además de esta misión principal, el dron de la EMSA realizará tareas de apoyo a los servicios de emergencia que realiza Salvamento Marítimo en esa zona, elegida por ser concurrida para el tráfico marítimo y los incidentes.
El dron de la EMSA
El sistema de aeronave pilotada a distancia (RPAS) utilizado es un helicóptero no tripulado Camcopter S100. Lo opera Nordic Unmanned, contratados por EMSA. El dron está equipado con un sensor de emisiones de Explicit.
La toma de muestras se realiza mientras el dron vuela a través de la columna de escape del embudo o chimenea del barco. Después se llevan a cabo cálculos para determinar los niveles de azufre y nitrógeno. Los indicios de incumplimiento pueden desencadenar una inspección en el siguiente puerto de escala. Ahí es donde, finalmente, se determina si se ha producido una infracción. Es decir, el dron lo que hace es la vigilancia y el control primero.
Los límites establecidos actuales determinan que las emisiones no puede superar el 0,50% en masa.
Las operaciones de vigilancia de emisiones como estas reforzarán la reciente aprobación del mar Mediterráneo como zona de control de emisiones por parte de la Organización Marítima Internacional, que se espera que entre en vigor en 2025.