Durante los primeros nueve meses de 2015,los astilleros chinos han registrado un total de 18,16 Mtpm en lo que a nuevos pedidos se refiere,un descenso del 65,4% comparado con el mismo periodo de 2014,según las cifras de la CANSI (China Association of the National Shipbuilding Industry).
Con Pekín animando las fusiones entre compañías marítimas,la especulación sigue siendo la moneda de cambio de los dos grandes nombres estatales,China State Shipbuilding Corporation (CSSC) y China Shipbuilding Industry Corp. (CSIC),y de seguir así la situación se verán obligados a unirse,a pesar de su separación en 1999.
La mayor caída hasta la fecha,y desde la de Marintec,ha sido la del astillero privado China Rongsberg Heavy Industries,ahora conocida como China Huarong Energy Company. Las instalaciones de dimensiones gigantescas están vacías,y unas gradas fantasmas muestran el exceso de capacidad de construcción naval de la República Popular en la década pasada.
Con los precios de las nuevas construcciones tan bajos,y la brecha entre buques sur coreanos y japoneses con respecto a los chinos ahora más estrecha,los escasos pedidos favorecen a Japón y a Corea del Sur por el momento. Los astilleros chinos se sustentan gracias a los encargos nacionales.
La decisión de Pekín de publicar la “Lista Blanca” para limitar el exceso de capacidad productiva de la industria china de la construcción naval primero para el sector transporte y posteriormente para las construcciones offshore ha deshabilitado el recurso de una posible financiación para muchos de los que no entraron en esta listas,apurando consolidaciones por otros lados.