A mediados del pasado mes de junio tuvo lugar un trágico accidente cerca de la bahía de Tokio entre un buque de guerra estadounidense y un portacontenedores de bandera filipina en el que perdieron la vida siete marineros estadounidenses. Un mes después, tras las investigaciones llevadas a cabo, la tripulación del buque de guerra estadounidense fue probablemente la culpable de dicha colisión.
Eran las dos y media de la mañana, hora local, del pasado 16 de junio. Las condiciones meteorológicas eran extraordinarias. El destructor norteamericano USS Fitzgerald se encontraba a unas 56 millas náuticas al sudoeste de la ciudad japonesa de Yokosuka (al sur de la bahía de Tokio). Acababa de chocar con el portacontenedores de bandera filipina ACX Crystal propiedad de la compañía japonesa Nippon Yunsen KK.
A la zona del accidente se desplazaron varios buques, helicópteros y un equipo de emergencias de la guardia costera japonesa. Además, acudieron el destructor USS Dewey y varios remolcadores de la marina norteamericana. Siete marineros estadounidenses perdieron la vida y hubo varios heridos. Todo apuntaba a un error humano, y así parece que es, tras las primeras conclusiones de la investigación llevada a cabo.
Ambos buques a pesar de sufrir daños considerables pudieron llegar a la costa por sus propios medios para evaluar los daños causados y comenzar con los trabajos de reparación. En las imágenes se aprecian los daños del destructor por encima y por debajo de su línea de flotación en el costado de estribor. La proa del carguero filipino fue la parte más dañada.