Por ello,la empresa francesa DCNS formó con la constructora Odebrecht,el consorcio Baia de Sepetiba,para la construcción de un astillero para fabricar submarinos y la construcción de una base naval para poyarlos,en el puerto de Itaguaí. El presupuesto de todo esto asciende a aproximadamente 2.048,83 M€ (7.800 millones de reales),con desembolsos hasta 2017.
Concretamente,el PROSUB,incluye la construcción de cinco submarinos,cuatro de ellos convencionales (propulsión diésel-eléctrica) y el otro nuclear,cuyos nombres serán: Riachuelo,Humaitá, Tonelero, Angostura, y Almirante Álvaro Alberto,respectivamente. Está excluido del acuerdo con Francia la transferencia de tecnología para la construcción de la planta de propulsión del submarino nuclear,cuya responsabilidad es exclusivamente de la Marina y el desarrollo de esta tecnología correrá a cargo del Centro Tecnológico de la Marina en Sao Paulo (CTMSP).
Está previsto que la construcción del astillero finalice en diciembre de 2014,la base naval,en 2017. Primero se llevará a cabo la construcción de un submarino de propulsión convencional y se espera que entre en servicio en 2017,y el resto de submarino se entregarán en intervalos de 18 meses. El submarino de propulsión nuclear estará listo en 2023,seguido de dos años de pruebas de mar antes de estar operativo.
PROSUB generará 9.000 empleos directos y otros 32.000 indirectos. La construcción de los submarinos generará 2.000 empleos directos y 8.000 indirectos. La construcción y operación de un submarino de propulsión nuclear permitirá a Brasil formar parte del grupo de pocos países (entre los que están China,EE.UU.,Francia,Inglaterra y Rusia) que cuentan con esta tecnología.