
Se estima que la energía renovable marina proporcionaría el 20% de la demanda actual de electricidad del Reino Unido. Con esto se ahorrará aproximadamente 61 millones de toneladas de CO2 para el año 2050. Otra de las conclusiones del informe es que es poco probable que las energías de origen marino contribuyan significativamente antes de 2020. La prioridad,por tanto,durante la próxima década debe ser reducir el coste de las energías renovables marinas y preparar al Reino Unido para aprovechar este sector del mercado.
El informe destaca cuatro factores clave que podrían ayudar a atraer inversión:
Poner en marcha un marco normativo estable y consistente.
– La confianza en que habrá un mercado de futuro
– El reparto de riesgos: participación estatal y privada.
La eliminación de otras barreras tales como: la falta de conexiones a la red,la falta de centros de producción,la falta de infraestructuras de apoyo a la instalación y la falta de apoyo de desarrollo de tecnología.
El informe hace un llamamiento para llevar a cabo estudios de referencia de áreas potencialmente sensibles para no afectar a la biodiversidad marina.