En dicho proyecto,GE está trabajando en conjunto con el Instituto Politécnico de Virginia y el Laboratorio Nacional de Energía Renovable. Dichos trabajos podrían cambiar sustancialmente la manera de fabricar los aerogeneradores y se podrían reducir notablemente el coste global de la energía eólica.
El tejido que están desarrollando será duro pero flexible y será de fácil montaje y mantenimiento. Esta tela envolverá a una estructura de metal,semejante a una espina de pescado,tensándose alrededor de las “costillas” a lo largo de la longitud de la pala. De esta manera se reducirán también los tiempos de fabricación respecto a las palas convencionales de fibra de vidrio.
Con este nuevo proyecto,podrán desarrollarse turbinas más grandes y más ligeras que podrán captar más viento a velocidades bajas. Actualmente no es posible construir turbinas con diámetros de rótor superior a los 120 metros debido a limitaciones tanto en el transporte como en la fabricación y el montaje. Gracias a esta nueva tecnología,los componentes de las palas de los aerogeneradores podrán ser montados en el lugar de destino con lo que los ingenieros de diseño no tendrán que preocuparse por las limitaciones de fabricación y transporte.
Con el aumento del tamaño de las aspas,se podrá expandir la explotación de energía en áreas en las que actualmente no hay instalados parques eólicos porque los vientos no tienen la velocidad suficiente para mover los aerogeneradores actuales.