García Costas compartirá con Ignacio Sáez de Ibarra,consejero delegado de Albacora y hombre fuerte de Ignacio Lachaga,el control de la empresa hasta la salida del concurso de acreedores,la entrada de nuevos accionistas y la constitución del nuevo consejo de administración.
Los poderes del anterior presente del astillero,José Francisco González Viñas,y de otros directivos del astillero fueron revocados mediante escritura notarial. El relevo de poderes (que ya figura en el Registro Mercantil) significará un importante cambio de rumbo en el astillero cuyo objetivo es tener carga de trabajo cuanto antes,una vez que el astillero salga del proceso concursal,lo que se intentará acelerar lo máximo posible.
El nuevo responsable del astillero sigue negociando con nuevos accionistas,entre los que figuran él mismo e Ignacio Lachaga,que tienen el 20% del astillero cada uno de ellos. García Costas presentó a finales de febrero el plan de viabilidad del astillero al conselleiro de Industria Javier Guerra,lo que ha abierto la posibilidad de que la Xunta se convierta en uno de los socios bien a través del Igape o de XesGalicia.
Fuentes cercanas a la operación señalaron que los inversores interesados en entrar en el astillero prefieren mantenerse en el anonimato mientras que el astillero no supere el concurso de acreedores. El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra,José Manuel Fernández Alvariño,expresó su intención de convertirse en uno de los nuevos accionistas de Barreras con un 7% del nuevo capital que se prevé sea de 6 millones de euros,aunque la cifra no está cerrada. Esto supondría un desembolso de 420.000 euros aproximadamente.
García Costas y Fernández Alvariño,presidentes de la Cámara de Comercio y de la Confederación de Empresarios de Pontevedra,respectivamente,mantienen una larga amistad desde hace muchos años y eso facilitaría un entendimiento en el futuro.
Mientras tanto,el principal escollo del astillero reside en que los acreedores acepten la propuesta de concurso que contempla una quita de un 95%. La deuda se eleva a 75 millones y de aceptarse dicha quita,el astillero tendría que hacer frente a 3,75 millones pagaderos en los próximos seis años. A finales de abril,el astillero tiene que contar con una respuesta afirmativa de los acreedores porque de lo contrario entraría en liquidación.
Por otro lado,el plan de viabilidad contempla una reducción de la plantilla de un 40%,lo que implica pasar de 130 a 80 trabajadores. Además,recoge una reducción de sueldos que van entre el 81 y el 21% de los salarios,dependiendo de las categorías.