Para conseguir esto,se pretende fomentar la competencia para que sea la iniciativa probada la que preste los servicios portuarios y,reducir progresivamente las tasas portuarias a medida que la reestructuración financiera de las Autoridades Portuarias lo permita.
A partir de ahora,en los concursos concesionales va a tener más peso el uso de tecnologías que supongan avances en la productividad y la automatización de las terminales portuarias.
Además,se va a promover un pacto por la competitividad de los puertos con los agentes sociales y que se va a potenciar el trasporte marítimo de corta distancia y el uso de las Autopistas del Mar.
Otro de los ejes de la política marítima del nuevo Ministerio de Fomento será el de poner en marcha una nueva regulación de la Marina Mercante,con la reducción de las cargas y trabas administrativas que soportan las empresas,así como dotar al sector marítimo de una nueva normativa que les permita competir en un sector tan globalizado como lo es el marítimo.
Se exigirán los más altos estándares de seguridad marítima y protección del medio marino,para que las empresas no tengan ninguna desventaja competitiva frente a otro país,y se trabajará para que el servicio público de Salvamento Marítimo y lucha contra la contaminación se preste con criterios de eficiencia y eficacia.