En 2017, se transportaron por vía marítima 10.702 millones de toneladas (UNCTAD), el 90% del comercio mundial, lo que demuestra la importancia de este medio de transporte en nuestra vida diaria. Por esta y otras razones, la Comisión Europea declaró, ya en 2007, el sector naval y marítimo europeo como estratégico y creó un libro azul sobre política marítima europea. Por otro lado, cada vez más se habla sobre una política integrada de la Defensa en Europa, Cooperación Estructurada Permanente en materia de Defensa (PESCO), y en particular de la industria de defensa europea, para reforzar la seguridad tanto nacional como europea y coordinar objetivos, operaciones y adquisiciones. El sector naval militar, también es un sector estratégico y un sector de futuro, como destacaba en la presentación de la Agenda Estratégica de la Industria Naval en enero de 2019 el Director de Estrategia de Navantia Javier Romero Yacobi. Por lo que mantener una capacidad operativa de construcción naval tanto civil como militar es una gran prioridad que tienen países de nuestro entorno y que también mantiene USA.
El pasado mes de diciembre el gobierno aprobó, entre otras partidas, la construcción de cinco fragatas F-110, valoradas en 4.325 millones de euros, que se invertirán entre el año 2019 y 2032. La construcción de estas cinco fragatas es uno de los pilares del plan estratégico de Navantia y que garantiza carga de trabajo para la viabilidad de su planta de Ferrol (A Coruña). Este programa generará 7.000 empleos durante nueve años: 1.300 directos en la empresa pública, 2.000 en la industria auxiliar, además de otros 3.500 indirectos.
Hace años abogábamos por establecer planes de desarrollo de flota, no simplemente para dotar de carga de trabajo a nuestros astilleros, sino por necesidades de tipo geoestratégico que de no hacerse podría poner en riesgo nuestra seguridad nacional y la adecuada cooperación y contribución que un país con la importancia de España debe tener en el entorno internacional.
Es importante destacar que el anuncio de la construcción de las fragatas ha coincidido con la firma del Plan Estratégico 2018/22, que ha sido diseñado para reforzar las capacidades de Navantia; centrándose en el área comercial y de operaciones, en la eficiencia operativa y en el programa de rejuvenecimiento de la plantilla. El objetivo de este Plan pasa por aumentar los ingresos en los próximos años mediante el impulso de la contratación (no sólo nacional) y el fomento de los modelos de negocio que aporten mayor valor añadido.
Además, Navantia impulsará un plan de eficiencia operativa que permita desarrollar los principios del Astillero 4.0 y modernizar los centros mediante el uso de las nuevas tecnologías. El plan también está centrado en las personas ya que se prevé un rejuvenecimiento de la plantilla y se incluye un Plan de Formación. Modernización que en todos los astilleros e industria, no solo naval, militar o civil, si no también industria marítima, industria eólica, etc, se viene implementando e impulsando.
La nueva Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Ingenieros Navales y Oceánicos, a propuesta del Decano-Presidente, ha lanzado un ambicioso plan de capacitación y formación continua, denominado “BE Leaders”, “Blue Economy Leaders”, alineándose con el sector y con el objetido de impulsar el talento y el conocimiento de los jóvenes y experimentados Ingenieros Navales en las disciplinas requeridas para los desafíos actuales y futuros de la industria naval y marítima.
Esta unión entre la industria y los agentes críticos del sector, como el Colegio o la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España, pero especialmente entre las personas, será fundamental para alcanzar grandes exitos y resultados. El futuro es ilusionante, el futuro es azul.