
El naufragio de este buque causó 304 muertes,la mayoría estudiantes,mientras el capitán Lee Joon-seok escapaba del buque sin atender la seguridad de los pasajeros. Condenado por negligencia,aunque los fiscales habían solicitado pena de muerte,el juez lo acusó de abandono sabiendo que los pasajeros esperaban instrucciones de evacuación por parte de la tripulación,y sabiendo que sus vidas corrían peligro si no eran evacuados.
El tribunal también ha condenado a 30 años de cárcel al jefe de máquinas,culpable de abandono de dos cocineros gravemente heridos que podía haber salvado; a 20 años al primer oficial,y a 15 años al segundo oficial,por omitir sus deberes de socoro durante el accidente.