Las emisiones procedentes de los buques debido a la combustión de combustibles con alto contenido en azufre contribuyen a la contaminación del aire en forma de dióxido de azufre y partículas de materia perjudicando la salud humana y contribuyendo a la acidificación. La Directiva tiene por objeto por lo tanto,reducir estas emisiones considerablemente aplicando las normas de la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre combustible para uso marítimo en la UE.
La directiva será oficialmente adoptada por el Consejo una vez que el Parlamento Europeo adopte su posición en primera lectura. Los Estados miembros tendrán 18 meses después de la entrada en vigor de la Directiva para adoptar las disposiciones nacionales necesarias.