El director de marketing del proveedor de automatización industrial European Automation, Jonathan Wilkins, ha publicado un artículo sobre la gestión de la obsolescencia en el sector del petróleo y el gas. Puedes leer el artículo completo aquí.
A continuación, os reproducimos parte del mismo:
En la actualidad, casi todo el mundo desarrollado depende en gran medida del sector del petróleo y el gas. Representa un gran porcentaje del consumo energético mundial y, en consecuencia, se ha convertido en un sector próspero, pero increíblemente complicado. Las complicadas legislaciones y las erráticas fluctuaciones de los precios, obligan a las empresas constantemente bajo una competencia salvaje, a innovar para aumentar la eficacia y la rentabilidad sin tirar la casa por la ventana. Del mismo modo que cada año exploran los océanos a más profundidad, las empresas del petróleo y el gas deben estar dispuestas a explorar un territorio desconocido y plantearse el uso de innovaciones tecnológicas que puedan cambiar su forma de operar. Al tiempo que se adoptan estas nuevas tecnologías, también se deben desarrollar estrategias para gestionar la inevitable obsolescencia de los sistemas industriales actuales, ya sean terrestres, offshore o submarinos.
Si hay una solución que destaca en el sector, esa es la automatización industrial. Con un valor estimado de 32.140 M$ en 2020, las soluciones de automatización actuales para el sector del petróleo y el gas son más complejas y avanzadas que nunca. Más allá del mero control de las máquinas, la tecnología industrial moderna permite a las empresas gestionar y comprender de forma inteligente sus procesos de producción de una manera que no lo había hecho antes. Además, la implementación de sistemas SCADA (control de supervisión y adquisición de datos) y controladores lógicos programables (PLC) permite a las empresas de petróleo y gas obtener acceso a los datos de producción en tiempo real, lo que ofrece una visibilidad completa del proceso de fabricación.
A pesar de estos avances, algunos componentes industriales disponen de una vida útil decepcionantemente breve. En el sector del petróleo y el gas, un fallo inesperado es más que un mero inconveniente empresarial. En un sector en el que los costes del tiempo de inactividad son más altos que en cualquier otro sector, las piezas averiadas pueden conllevar millones en gastos imprevistos para la empresa.
Por fortuna, estar obsoleto no significa que sea imposible obtener una pieza. En realidad, aunque pueda parecer que la opción más sencilla es cambiar a una pieza más nueva, e indudablemente más cara, puede que le sorprendan los beneficios que genera la adquisición de componentes obsoletos.
El descenso en los suministros de petróleo y gas ha provocado que la industria offshore busque a mayor profundidad y a más distancia de la costa, lo que hace que aumenten aún más los riesgos asociados con la interrupción de la infraestructura. La opción de abastecerse de componentes obsoletos permite lograr una integración perfecta en el sistema actual y, en última instancia, le protege de los riesgos asociados a la integración de nuevas tecnologías y maquinaria en una estructura existente.