
Mediante sofisticados modelos se simularon los huracanes Katrina (agosto 2005) y Sandy (octubre 2012) para examinar qué pasaría si grandes parques eólicos,con decenas de miles de turbinas,estuviesen en la trayectoria de los huracanes. Y descubrieron que a medida que el huracán se acercaba,el parque eólico iría eliminando energía de los bordes de la tormenta y ralentizando esos vientos tan rápidos. Las velocidades más bajas del viento en el perímetro del huracán se propagarían gradualmente hacia el interior,hacia el ojo de la tormenta. Observaron que el huracán Sandy,de categoría 3,con vientos entre 178 y 209 km/h la velocidad se redujo hasta llegar a alrededor de 139 km/h,y en el caso del Katrina el viento disminuyó hasta los 148 km/h,cuando en la realidad fue de categoría 4,con vientos entre 210 y 249 km/h. Es decir,ambos huracanes habrían sido de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson (vientos de 119 a 153 km/h). Esta reducción en los vientos haría que bajara la altura de las olas y,por tanto,que hubiera menos inundaciones. Así,según el modelo de los investigadores,si el huracán Sandy se hubiera encontrado con un gran parque eólico antes de tocar tierra se hubiera reducido la marejada en un 34%,y un 79% en el caso del Katrina.
Aunque los parques eólicos no puedan disipar por completo un huracán,la ralentización de los vientos que provocan impediría también que las turbinas se dañaran. Con estos resultados,cambia la percepción que se tenía de que huracanes y parques eólicos son incompatibles.