La noticia de la adquisición vino acompañada del anuncio de la creación de un proceso competitivo, llevado a cabo por el Gobierno de Canadá, con el objetivo de seleccionar a un tercer astillero canadiense como socio estratégico dentro de la Estrategia Nacional de Construcción Naval (National Shipbuilding Strategy).
Este nuevo socio se uniría a los dos ya existentes, Seaspan’s Vancouver Shipyards e Irving Shipbuilding, y estaría a cargo del programa de construcción de los rompehielos.
Para la economía de Canadá, los rompehielos de la Guardia Costera suponen una parte esencial ya que hacen posible el comercio marítimo durante todo el año en las provincias orientales, la vía marítima del San Lorenzo y la zona de los Grandes Lagos.
Además, permiten operar a los buques de pasaje durante el invierno y proporcionan servicios a los residentes de las comunidades árticas del norte canadiense.
La actual medida se suma a la ya anunciada en el pasado 22 de mayo para la construcción de dieciséis buques multipropósito y dos patrulleras árticas, también para la Guardia Costera de Canadá.
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