El centro tecnológico AZTI ha liderado los dos últimos años el proyecto transfronterizo Marlit para la predicción del impacto costero del cambio climático. Gracias a la cofinanciación al 65% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra, se ha podido desarrollar con éxito. La iniciativa tiene como foco mejorar y automatizar las herramientas que se utilizan actualmente para evaluar y predecir el impacto que los temporales tienen en la costa. Este análisis permite avanzar en el diseño de medidas enfocadas en mitigar sus efectos. La monitorización, además, ayuda a que estas medidas se tomen tanto a corto como a medio y largo plazo.
La localización para el estudio ha sido, mayormente, en la costa de la comunidad autónoma vasca. También en lugares de costa, vascofrancesa y catalana. Esto ha devengado en una gran base de datos que recopila información local detallada sobre el impacto de las tormentas en el litoral.
Las herramientas tecnológicas más novedosas que se han creado han sido las siguientes:
Gracias a estas herramientas, la monitorización ha conseguido resultados que han puesto en marcha protocolos. Por ejemplo, se ha implementado una alerta temprana de oleaje e inundación. Clave para la seguridad de las estructuras del litoral y para aquellos que transitan la zona. Más lugares donde se están testadas dichas herramientas son: Zarautz, Bermeo, Mutriku y Donostia. La predicción del impacto costero lo minimiza o incluso elimina al poner en marcha medidas.
El equipo de investigación también ha trabajado en la identificación y evaluación de medidas que permitan mitigar y reducir el impacto de los temporales en la costa.
En Biarritz, por ejemplo, se ha desarrollado también un método que permite analizar cada cuánto tiempo tendrá lugar una tormenta que suponga pérdidas económicas predefinidas. Y, este proyecto no es solo aplicable en esta zona. Como resultado, se ha elaborado un catálogo de medidas que poner en marcha con un factor preventivo. A su vez, se ha estimado la valoración de la viabilidad de su aplicación y una simulación del coste económico que puede suponer para las administraciones públicas.
El uso de arena para construir diques o barreras y la utilización de los campos de dunas o bolsas especialmente diseñadas para frenar el oleaje y limitar su impacto son dos de las medidas preventivas.
AZTI ha liderado el proyecto Marlit, pero también ha contado con la ayuda de la Universitat Politècnica de Catalunya; el centro de investigación Rivages Pro Tech; y la Universidad de Pau et des Pays de l’Adour (UPPA). Además, ha contado con la participación de otros socios asociados: Communauté d’Agglomération Pays Basque (APB); Gobierno Vasco – Euskalmet, Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno Vasco (DAEM); y el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC).
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