El crucero Le Commandant Charcot invita a sus huéspedes a explorar las regiones polares desde la comodidad de un crucero de lujo. Es el primer buque de este tipo y tiene un objetivo de sostenibilidad que cumplir desde su desarrollo. Ponant y Bureau Veritas ha hecho posible que esto quede patente en su primera temporada antártica de 2021.
Mathieu Petiteau de Ponant ha respondido a una entrevista para Bureau Veritas en la que desgrana todo lo que ha supuesto la construcción de este sofisticado yate y su primera temporada desde que salió en noviembre.
Primero se optó por el combustible más ecológico disponible en ese momento: el gas natural licuado (GNL). Esto representaba un doble riesgo: nunca antes se había utilizado GNL a bordo de cruceros y las cadenas de suministro de GNL estaban subdesarrolladas en 2015, cuando se comenzó el proyecto. Apenas había garantía de poder repostar en las regiones polares.
El tamaño limitado del casco también planteó un desafío técnico. Para maximizar la capacidad, se escogió un tanque de membrana, una novedad para los cruceros, que generalmente dependen del almacenamiento Tipo C. Esta solución aumentó la capacidad del tanque y ayudó a alcanzar la autonomía de hasta dos meses que se requería para las regiones polares sin infraestructura. Con el apoyo de Bureau Veritas, se aprobó el GNL como una solución segura y viable.
Además del GNL, se integró un sistema de baterías de alta capacidad para optimizar el consumo de combustible. Las baterías permiten ejecutar ciclos de cero emisiones, lo que mejora la eficiencia del combustible. Al cargar las baterías cuando el motor está funcionando, se puede apagar el motor durante una hora y funcionar únicamente con la energía de la batería. Además, es necesario el cambio en el uso de la batería cuando el buque se acerca a la fauna marina. Así se minimiza el ruido y se protege el medio ambiente y a las especies.
Bureau Veritas ayudó con un análisis de riesgo exhaustivo para la integración de la batería a bordo.
Se ha desarrollado un software específico para rutas en hielo que realiza este buque. Utiliza imágenes de satélites y mapas de hielo de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos. Así se consigue una vista dinámica de la cobertura y el espesor del hielo, con una precisión de un centímetro. Tras el análisis previo, el software identifica la mejor ruta a seguir para minimizar el consumo de combustible.
Para que un buque sea sostenible, se requiere que lo sea en todos los aspectos, desde la propulsión hasta la utilización de la energía de la tripulación. Un innovador sistema de filtración de agua a bordo ha conseguido la eliminación de plásticos en el crucero. Empleando la ósmosis inversa y un sistema de filtro para mejorar el sabor, en el barco se sirve esta agua. En el caso de querer agua con gas, será de botellas de vidrio únicamente.
Los exploradores suelen entrenar durante semanas antes de una expedición polar. Por eso, Le Commandant Charcot debía demostrar su capacidad para evacuar el barco con 460 personas en cualquier condición y sobrevivir durante 5 días en aguas polares, en hielo o en tierra. Este es un requisito del Código Polar.
Se desarrollaron y construyeron equipos que hacían posible dicho hito, ya que, al ser el crucero el primero de su tipo y tener tanta capacidad, no existía nada que lo hiciese posible.
El ejercicio de Búsqueda y Rescate que se realizó en septiembre de 2021 fue un éxito. Se llevó a cabo con voluntarios y observadores y con la colaboración de la guarda costera nacional y tripulación y pasajeros de prueba. Dicha experiencia puede replicarse y la seguridad en Le Commandant Charcot está garantizada.
El resumen ha sido gratamente positivo. La primera buena noticia fue descubrir que se había sobreestimado el consumo de combustible. Gracias al uso de los canales naturales existentes en el hielo y que la carga del alojamiento en el hotel fue inferior a la esperada, se consumía menos energía de lo previsto.
El barco está diseñado para funcionar a temperaturas de -25 °C, pero cuando se zarpó por primera vez hacia el Polo Norte, solo se llegaron a temperaturas de -12 °C a -15 °C.
A pesar de eso, se ha probado el barco a -27°C con éxito. El equipo de seguridad funcionó correctamente y el sistema de deshielo evitó que las instalaciones se congelaran.
Bureau Veritas ayudó desde la fase de diseño inicial gracias a los estudios que realizó para Ponant. Con ellos se determinó que la clase de hielo 2 era la ideal para la construcción. Además, dado que la embarcación se mueve tanto hacia delante como hacia atrás, requería de los servicios Icebreaker 3 en la proa y Icebreaker en la popa.
También se efectuaron estudios relacionados con los tanques de almacenamiento de GNL, el bunkering y las baterías. Así como análisis de riesgos específicos para este crucero que necesitaba de una aprobación tras un buen desarrollo.
Le Commandant Charcot es un homenaje al explorador francés Jean-Baptiste Charcot.
El objetivo final de Ponant es el de construir buques libres de emisiones. Y para ello sabe que es clave la reducción de emisiones como primera medida. Esa línea de investigación tecnológica llevará a las 0 emisiones.
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